En Obsceon, cada detalle cuenta. Nuestro logo no es solo una imagen, es una representación simbólica de lo que ofrecemos: perfumes con carácter, intensidad y una historia olfativa.
El jarrón simboliza el recipiente de lo sagrado, como un ánfora antigua que guarda aceites, esencias y secretos milenarios. Representa la tradición perfumista, tanto oriental como occidental, donde cada frasco es un tesoro líquido que encierra arte, cultura y emoción. “El perfume es un arte contenido. El jarrón lo representa.”
El fuego es el símbolo del deseo, la transformación y la intensidad. En perfumería, evoca notas ardientes, especiadas, animales o ambaradas que no pasan desapercibidas. En el logo, representa esa chispa que enciende emociones y que solo las fragancias verdaderamente memorables provocan. “El fuego es el alma del perfume: provoca, enciende, permanece.”
La letra O, además de hacer parte de nuestro nombre, simboliza el origen, el ciclo, lo eterno. Ubicada dentro del jarrón, comunica que toda fragancia nace desde un núcleo profundo y puro, como una idea que se convierte en aroma. Es también un guiño a lo íntimo y envolvente, como un aroma que te abraza. “La ‘O’ representa lo esencial, lo eterno: el inicio y el final del viaje olfativo.”
Elegimos una tipografía refinada pero con personalidad, que no busca gritar, sino seducir en silencio. Es sobria pero con carácter, como cada una de las marcas que seleccionamos: nicho, diseñador y árabe.
Obsceon es una marca curadora de perfumes con historia y carácter. No fabricamos perfumes (aún), pero elegimos cuidadosamente lo mejor del mundo nicho, diseñador y árabe para que lleves contigo un aroma que te distinga, provoque y conecte.
